Los lentes de contacto dentales se han convertido en el tratamiento más adecuado para mejorar la risa de todo el público que quiere tener sus dientes alineados y blancos.
En la mayoría de los casos se puede utilizar en pacientes que padecen de diastema, es decir que tienen los dientes separados o que no están alineados o armónicos con el rostro.
En otros casos se realiza este tratamiento para armonizar la forma y el tamaño de los dientes, al dejarlos estéticamente ordenados, para conseguir una risa más joven y proporcionada.
No obstante, los odontólogos especializados aseguran que infortunadamente no todos los pacientes son candidatos para realizar esta técnica.
Este procedimiento está contraindicado cuando el profesional encuentra que el paciente:
- Dientes desvitalizados, lo cual hace que se puedan caer.
- Mala oclusión dental, es decir cuando hay mordidas cruzadas o traumáticas que puedan generar fractura de las mismas.
- Disminución de esmalte dental.
- Y cuando el paciente padece de bruxismo y también cuando tiene malos hábitos como morderse las uñas, lápices y bolígrafos.